Inés Pélissée du Rausas
Mamá, ensáñame a amar. Papá, ensáñame a amar.
Tu hija ya no es una niña, pero tampoco es del todo una mujer; está sometida a una fuerte presión y la invaden todo tipo de preguntas. ¿El cuerpo sirve para tener experiencias? ¿Cómo vivir los cambios de mi cuerpo? ¿Cómo prepararme para mi vida de mujer? ¿Cómo gustarme
y quererme a mí misma? ¿En qué consiste hacerse mujer? ¿Debo estar dispuesta a todo con tal de tener éxito?
Nuestra hija se encuentra frágil e insegura frente a su cuerpo en transformación. Para aceptarse, para proyectarse en el futuro con confianza, necesita descubrir pronto la belleza de su cuerpo y el valor de su feminidad, escuchar los deseos de su corazón. Es un reto vital para ella. Y necesita nuestra ayuda.